martes, 15 de junio de 2010

Más sangre, sexo y colmillos en la tercera temporada de True Blood




La cadena de cable estadounidense HBO estrenó el domingo la tercera temporada de una de sus series más exitosas, True Blood, creada por Allan Ball. El primer capítulo de la nueva temporada articuló de nuevo algunos de los elementos básicos que identifican a la serie: fantasía, terror, sexo, sangre, misterio, amor y golpes de efecto. Durante las dos primeras temporadas, la serie fue fiel a estos ingredientes y los hizo funcionar de forma efectista y resultona. Parece ser que esta nueva temporada que viene a refrescar el verano con sangre fresca sigue por el mismo camino. Si los últimos capítulos de la anterior temporada abrieron ya nuevas tramas y plantearon interrogantes, en especial con el cliffhanger final, el capítulo del domingo sirvió para sumar expectativas a las historias de todos los personajes.

Con la tercera temporada, parece ser que True Blood se decidirá por exprimir más a los personajes y profundizar en algunos que quizás no se habían aprovechado lo suficiente. Este es el caso de Jessica, la joven chica a la que Bill convirtió en vampiresa, que tiene que combatir contra una adolescencia más ardua de lo normal, porque no sólo convive con el ataque de hormonas propia de su edad, sino que además es atacada por unos instintos vampíricos difíciles de controlar. Como muestra esta adolescencia multiplicada, el mundo vampírico sirve a los creadores de la serie para exagerar nuestro propio mundo y presentárnoslo agrandado. De esta fórmula se sirven otras temáticas habituales de la serie como el racismo, la intolerancia, el fanatismo o las drogas.

Por otro lado, los nuevos capítulos prometen contarnos más sobre dos personajes en busca de sus orígenes: Sam (que quiere encontrar a su familia) y Sookie (que ya en la segunda temporada empezaba a sospechar que no era del todo humana).


También será interesante adentrarnos algo más en el calvario de los vampiros, seres que, por estar ya muertos, son inmortales. Y se aburren de sus vidas eternas, lloran sangre, no pueden vivir bajo la luz del sol y viven el sexo de una forma especial. Al lado de éstos están los humanos, que difícilmente pueden soportar la idea de envejecer, enfermar y morir al lado se sus compañeros nocturnos.

Además de adentrarse más en los personajes, la serie seguirá abriéndose al mundo mágico, con la entrada en escena de los hombres lobo, el problema del tráfico de sangre V dentro del propio mundo vampírico y el mayor contacto con la jerarquía de los vampiros. Pequeñas dosis de novedades para mantener bien vivo el universo cada vez más consolidado de True Blood, que sabe cómo jugar bien sus cartas de siempre.

1 comentario:

  1. La tercera temporada a començat amb força força!! A veure com segueix, pero pinta molt bé!

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